Tras la Segunda Guerra Mundial, la
necesidad de una organización más potente para resolver conflictos y el miedo a
otra guerra de estas dimensiones llevó a las potencias a proponer proyectos de
fin pacífico. De la Europa de los Seis, a nuestra actualidad, han habido muchos
cambios terminando la Unión Europea con 28 países miembros.
Podemos fijar su origen en la necesidad
de coordinar las economías nacionales y la reconciliación franco alemana. La
idea de formar una organización de países europeos, vino de la mano de el fin
de la guerra, la que hizo que muchos de los países tuvieran que reconstruirse
por completo, la que mostró la debilidad de Europa que se encontraba sometida
por EEUU, a quien debían hacer competencia y por la URSS, país del que se
quería frenar su expansionismo.
El primer proyecto supranacional,
fue conocido con el nombre de Consejo de Europa, creado en 1949 aunque fue de
carácter simbólico, elaboró una convención europea de derechos del hombre en
1950. Para controlar los sectores del carbón y el acero, en 1951 fue creada la
Comunidad Económica del Carbón y el Acero (CECA) formada por Francia, Italia, la RFA y el
Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo). Gran Bretaña se abstuvo de ésta
por miedo a perder su soberanía.
Las Comunidades Europeas
(Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) y Comunidad Económica
Europea (CEE)) creadas en los años 50 por el Tratado de Roma, formaron la
Europa de los Seis, pues estaban constituidas por los seis países fundadores de
la CECA.
En 1972, mediante sufragio universal se eligió al Parlamento
Europeo en Estrasburgo y en 1973 gracias al éxito de la CEE, Reino Unido,
Dinamarca e Irlanda se unieron formando la Europa de los Nueve. En 1981 se
incorporó Grecia y, finalizando la Europa de los Doce, en el 1986 entraron
Portugal y España. Con una Europa más
amplia, se siguió trabajando para conseguir una unidad más democrática.
El Tratado de Maastricht también conocido como Tratado de la
Unión Europea, fue firmado en Maastricht, ciudad de los Países Bajos, el 7 de
noviembre de 1992 y se puso en práctica en 1993.
Sus objetivos eran: una política exterior y de seguridad
común, la CEE cambiaría y se llamaría Unión Europea (UE), la creación de una
única moneda, el euro y la protección de derechos y colaboración en la
justicia. Este, debía ser aprobado por todos los ciudadanos y aunque Dinamarca
lo recharaza en 1993 lo aceptó. En 1995 nuevos países como Suecia, Finlandia y
Austria ya se incorporaban a la Europa de los Quince
Tras las nuevas incorporaciones, era necesario para Europa
firmar un nuevo tratado, así el 2 de mayo de 1997 fue firmado el Tratado de
Amsterdam que compartía muchas ideas con el de Maastricht. Sus objetivos eran:
una política común para fomentar el empleo; un frente común de política y
seguridad exterior para los conflictos armados por lo que se creó el alto
representante de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) cargo que fue
ocupado en 1999 por el español Javier Solana; otro de los objetivos era la
libre circulación de personas y capitales, desapareciendo las fronteras; tener
acuerdos para la protección medioambiental y de los ciudadanos.
En 1997 se planteó la idea de aceptar a países comunistas
para reorganizar la economía y aportar las ayudas necesarias.
En 2001, el Tratado de Niza pretendía reformar las
instituciones para garantizar su funcionamiento.
En 2002 se introdujo definitivamente el euro como moneda
oficial quedando fuera de este Reino Unido, Dinamarca y Suecia. En este mismo
año, se concedió la entrada a diez nuevos países: Chipe, Eslovaquia, Eslovenia,
Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y la República Checa. Estos
entraron definitivamente en 2004.
En 2007 ya eran miembros también
Bulgaria y Rumanía formando la Europa de los Veintisiete.
A pesar de las indudables ventajas, coordinar las economías y
culturas de los diversos países no era tarea fácil. En 2005, la idea de crear
una constitución fue interrumpida por la no aprobación de Francia y Holanda. En
2007, para superar esto, El Consejo Europeo de Bruselas elaboró un nuevo
Tratado de Reforma Institucional para facilitar la aprobación de la
constitución. En diciembre de 2007 se firmó un nuevo tratado que sustituía al
anterior llamado Tratado de Lisboa para fortalecer las instituciones y el poder
de la UE en el mundo.
A pesar de haberse creado esta organización, actualmente
vemos como no está totalmente unificada teniendo aún muchos cabos sueltos en
campos como la política y la economía. En economía, a pesar de resultar el euro
a pesar de tener buenas bases económicas se ha demostrado que no es un punto
fuerte de unión ya que Dinamarca y Reino Unido lo han rechazado. En política
exterior ha sido capaz de introducir nuevas políticas económicas y expandirse a
nivel mundial como se ha visto en Japón o China. Aunque ha habido estas
mejoras, aún hay muchos inconvenientes que deben resolverse para que la unión
de esta no sea pura utopía.
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